Todo box tiene su fauna… y entre los especímenes más pintorescos están los legendarios comereps. Sí, hablamos de esos compañeros que, por arte de magia, siempre acaban el WOD antes que tú, aunque tú lleves haciendo CrossFit desde que Froning era becario.
¿Has hecho 30 burpees? El comereps dice que también… pero tú jurarías que le viste hacer 17 y medio, y eso contando el que hizo tropezando.
🍕 Comerse reps es como comerse una pizza entera sin contar las calorías. Solo tú sabes lo que hiciste, y tú decides dormir o no con ello.
¿Cómo identificar a un comereps en su hábitat natural? 🔍
No es fácil, porque se camuflan bien. Pero hay señales claras:
- Empiezan con todo… y luego misteriosamente desaparecen 10 reps de por medio.
- El coach dice “50 repeticiones” y ellos entienden “haz lo que puedas y redondea”.
- Cuentan en voz alta… pero sólo en múltiplos de 5. Porque las intermedias no existen.
- Siempre acaban el WOD justo cuando su canción favorita pega el subidón.
Y por supuesto, cuando haces el entrenamiento en pareja con ellos, mágicamente te toca hacer el doble de reps, porque claro, «yo ya hice las mías» 😇.
Las excusas clásicas del comereps 🎭
Porque claro, nunca es su culpa. Tienen toda una colección de excusas que podrían ganar un Oscar al mejor guion adaptado:
- “¡Uy! Pensé que eran rounds for time, no reps por ronda…”
- “El coach no lo explicó bien” (aunque haya una pizarra de 2 metros con el WOD detallado).
- “Estaba tan concentrado en la técnica que perdí la cuenta” (pero casualmente siempre se equivocan hacia abajo).
- “Mi reloj marcaba menos” (el Garmin, claro, tiene lag mental).
Pero… ¿por qué lo hacen? 🤷♂️
La ciencia aún no ha resuelto el misterio. Algunos dicen que es por ego, otros por falta de forma, y algunos más por puro despiste (spoiler: no lo es). Lo cierto es que el fenómeno comereps no discrimina: hay principiantes, veteranos, atletas top y hasta algún coach con fama dudosa 🫣.
El karma del comereps siempre llega 💀
Porque sí, puede que hoy “ganes” el WOD comiéndote reps como si fueran churros. Pero CrossFit no perdona:
- La pizarra no te da más fuerza.
- El espejo no te aplaude por acabar antes.
- Y tu cuerpo, ese sí que sabe la verdad.
Además, en la siguiente competición o benchmark… no hay dónde esconderse. Porque ahí no vale contar con los dedos ni “redondear a la baja”. Ahí los comereps sudan tinta.
¿Y si alguna vez te has comido alguna rep tú también…? 😬
Tranquilo, nadie es perfecto. Todos hemos tenido un día de confusión, un WOD caótico, o ese momento en que estás tan ahogado que no sabes si vas por la ronda 3 o 5 o si ya has trascendido como espíritu al más allá.
Lo importante es no convertirlo en costumbre. Y sobre todo, no convertirte en ese del box que todos miran raro cuando clava 9:59 en un WOD que ni Mat Fraser bajaba de 14 minutos.
Así que ya sabes: si en el próximo WOD vas por la ronda 3 y tu compañero ya está guardando la cuerda y tomando su batido de proteínas… no te confundas: probablemente has presenciado a un auténtico comereps en acción.
Dales amor, dales ánimo… pero sobre todo, dales una calculadora 🧮
